CUENCA LISTA PARA EL TURISMO
DE VACACIONES 2015
Por Ing. Patricio Miller
La ciudad de Cuenca situada entre los 2.350 y 2.550 metros sobre el
nivel del mar, en el sector sur de la Cordillera Andina Ecuatoriana, la antigua
Guapdondélig de los cañaris; luego Tomebamba, segunda capital del Imperio Inca,
fue conquistada en 1533 por los españoles y, en el sitio, el 12 de abril de
1557, se fundó una villa con el nombre de Cuenca, en honor a la ciudad natal
del Virrey del Perú, don Andrés Hurtado de Mendoza, que ordenó su fundación a
Gil Ramírez Dávalos.
Su clima es benigno con una temporada de veranillo entre junio y
septiembre te espera en estas vacaciones 2015 ávida de mostrarte todos los
encantos que posee en su Centro Histórico que posee un amplio espacio central,
plano, en el que se levantaban las edificaciones iglesias y casas coloniales la
mayoría de sus atractivas construcciones proceden del siglo XIX. Hay también
algunas edificaciones del XVIII, sobre todo los dos conventos de clausura, el
del Carmen y el de la Inmaculada Concepción, parte de la antigua catedral, y
unas pocas casas particulares. Pero lo que resulta particularmente atractivo es
el aire homogéneo del conjunto, solo alterado por algunos alardes de chocante
modernidad, en edificios de las décadas del 50 y 60 del siglo XX. Puntos
destacados del Centro Histórico son muchas casas tradicionales, con aleros,
fachadas que se engalanan con yeserías en forma de guirnaldas o semi columnas,
cenefas y medallones, balcones en madera tallada y hierro forjado, puertas y
ventanas que revelan interesantes trabajos en madera e interiores con patios,
jardines y salas de techo pintado o de metal policromado, que importaron de
Estados Unidos y Europa la ricas familias burguesas de principios del S. XX;
las iglesias: San Francisco, El Carmen, las dos catedrales, San Alfonso, Santo
Domingo y otras, que albergan parte esencial de su patrimonio arquitectónico,
escultórico y pictórico; los Museos, el de la Concepción, conocido como de las
Conceptas, el mayor centro de Arte Religioso en el toda el área sur del país;
el “Remigio Crespo”, que guarda una serie de piezas relacionadas con la ciudad
y su historia y el de Arte Moderno, sede de la importante Bienal Internacional
de Cuenca; las pequeñas plazas, como la de las Flores y los parques –San
Sebastián, Calderón, San Blas- que invitan a un descanso en el diario trajín - que le han valido la
denominación de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Con una población de alrededor de 450.000 habitantes, es la tercera
más grande e importante ciudad del Ecuador, desde el XIX se la conoce como
“Atenas del Ecuador”, debido a la gran cantidad de personajes ligados a las
humanidades, las artes y las letras que ha producido.
Cuenca para el turista que nos visita le ofrece una multiplicidad de
rutas para disfrutarla, tomar el bus de dos pisos en pleno centro de la ciudad
lo llevará por un recorrido mágico hacia Turi, y recorriendo parte de la hermosa
ciudad su complemento visitarla a pie para no perderse ningún detalle. También
puede escaparse a las parroquias como Baños con su aguas termales y piscinas, a San Joaquín con su especialidad de carnes asadas, Ricaurte con su especialidad de cuyes asados, a la zona de la Don Bosco con su especialidad de sancocho de chancho y cuyes asados, o también escaparse a los cantones aledaños como Gualaceo, Chordeleg, Sígisig,
Paute, Girón, Santa Isabel que complementaran su recorrido. Como dicen visitar los mercados locales para deleitarse de la comida tradicional seria una buena opcion para el turista que desea conocer mas a profundidad la ciudad.
En la actualidad existen promociones de paquetes turísticos de fin de semana como ser de la línea aérea LAN que le ofrece un paquete
turístico de $180 dólares incluido dos noches de alojamiento con las comidas por
persona en su viaje de Quito a Cuenca excelente para realizar el gasto. En la
ciudad existen servicios de hospedaje para todos los bolsillos desde $15,00 dólares
la noche hasta $120.00 dependiendo del hotel que escoja, generalmente oscilan entre
$25, 40, 75, 80 y 120 los precios de los hoteles sea de la categoría que Ud. se acomode, en lo que se refiere a la alimentación la comida es económica, desde desayunos
a un precio de 3,00 dólares almuerzos a 3, 4 ó 4,50 dependiendo de la categoría de restaurant que escoja y los platos a la carta que
los consigue desde 10,00 para arriba. Disfrutar por ejemplo de las carnes asadas,
con el famoso mote pillo, o el sancocho mas o menos le resulta un gasto de unos
$15,00 por persona así también existen restaurantes de comida internacional que
están por esos costos, le recomendamos observar en este blog los servicios
de los afiliados a la Cámara de Turismo del Azuay que le pueden dar precios muy
competitivos y tendrá la garantía del buen trato y de la buena atención.
SI TE DECIDES CUENCA TE ESPERA CON LOS BRAZOS ABIERTOS.
Situada
entre los 2.350 y 2.550 metros sobre el nivel del mar, en el sector sur
de la Cordillera Andina Ecuatoriana, la antigua Guapdondélic de los
cañaris; luego Tomebamba, segunda capital del Imperio Inca, fue
conquistada en 1533 por los españoles y, en el sitio, el 12 de abril de
1557, se fundó una villa con el nombre de Cuenca, en honor a la ciudad
natal del Virrey del Perú, don Andrés Hurtado de Mendoza, que ordenó su
fundación a Gil Ramírez Dávalos.
El lugar, un cuádruple sistema de
terrazas naturales, rodeado de montañas y regado por múltiples
corrientes de agua, había sido ocupado por los pueblos prehispánicos,
precisamente, por su ubicación. Estaba al abrigo del rigor excesivo del
clima andino; tenía un amplio espacio central, plano, en el que se
levantaban las edificaciones; una meseta ligeramente más elevada, hacia
el norte (Cullca y otros sectores aledaños), y una gran área que se
desplegaba en dirección sur, subdivida a trechos en dos terrazas: la más
cercana a la urbe y la próxima a las colinas sureñas (Turi y
elevaciones vecinas), en donde discurrían tres ríos, los hoy conocidos
como Tomebamba, Yanuncay y Tarqui, que regaban un terreno siempre verde,
apto para cultivos y cría de animales, el que en la época colonial fue
constituido en ejido, campo comunitario compartido armoniosamente por la
colectividad.
El barranco, ceja levemente elevada,
divide la segunda y la tercera terrazas, y constituye una de las
características más interesantes de la geografía cuencana, pues, en la
actualidad es el límite entre la ciudad tradicional y la nueva.
El clima es benigno. Una temporada de
sequía afecta en la actualidad a Cuenca y sus alrededores, entre junio y
septiembre. El resto del año hay períodos de intensidad lluviosa
variable, sobre todo octubre-diciembre y marzo-mayo.
Con una población de alrededor de
450.000 habitantes, es la tercera más grande e importante ciudad del
Ecuador, y también la más atractiva y tranquila. Su Centro Histórico
está constituido por una ciudad de aires coloniales, pero que es, en
verdad, republicana, pues la mayoría de sus atractivas construcciones
proceden del siglo XIX. Hay también algunas edificaciones del XVIII,
sobre todo los dos conventos de clausura, el del Carmen y el de la
Inmaculada Concepción, parte de la antigua catedral, y unas pocas casas
particulares. Pero lo que resulta particularmente atractivo es el aire
homogéneo del conjunto, solo alterado por algunos alardes de chocante
modernidad, en edificios de las décadas del 50 y 60 del siglo XX. Puntos
destacados del Centro Histórico son muchas casas tradicionales, con
aleros, fachadas que se engalanan con yeserías en forma de guirnaldas o
semicolumnas, cenefas y medallones, balcones en madera tallada y hierro
forjado, puertas y ventanas que revelan interesantes trabajos en madera e
interiores con patios, jardines y salas de techo pintado o de metal
policromado, que importaron de Estados Unidos y Europa la ricas familias
burguesas de principios del S. XX; las iglesias: San Francisco, El
Carmen, las dos catedrales, San Alfonso, Santo Domingo y otras, que
albergan parte esencial de su patrimonio arquitectónico, escultórico y
pictórico; los Museos, el de la Concepción, conocido comode las
Conceptas, el mayor centro de Arte Religioso en el toda el área sur del
país; el “Remigio Crespo”, que guarda una serie de piezas relacionadas
con la ciudad y su historia y el de Arte Moderno, sede de la importante
Bienal Internacional de Cuenca; las pequeñas plazas, como la de las
Flores y los parques –San Sebastián, Calderón, San Blas- que invitan a
un descanso en el diario trajín.
Desde el XIX se la conoce como “Atenas
del Ecuador”, debido a la gran cantidad de personajes ligados a las
humanidades, las artes y las letras que ha producido.
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Situada
entre los 2.350 y 2.550 metros sobre el nivel del mar, en el sector sur
de la Cordillera Andina Ecuatoriana, la antigua Guapdondélic de los
cañaris; luego Tomebamba, segunda capital del Imperio Inca, fue
conquistada en 1533 por los españoles y, en el sitio, el 12 de abril de
1557, se fundó una villa con el nombre de Cuenca, en honor a la ciudad
natal del Virrey del Perú, don Andrés Hurtado de Mendoza, que ordenó su
fundación a Gil Ramírez Dávalos.
El lugar, un cuádruple sistema de
terrazas naturales, rodeado de montañas y regado por múltiples
corrientes de agua, había sido ocupado por los pueblos prehispánicos,
precisamente, por su ubicación. Estaba al abrigo del rigor excesivo del
clima andino; tenía un amplio espacio central, plano, en el que se
levantaban las edificaciones; una meseta ligeramente más elevada, hacia
el norte (Cullca y otros sectores aledaños), y una gran área que se
desplegaba en dirección sur, subdivida a trechos en dos terrazas: la más
cercana a la urbe y la próxima a las colinas sureñas (Turi y
elevaciones vecinas), en donde discurrían tres ríos, los hoy conocidos
como Tomebamba, Yanuncay y Tarqui, que regaban un terreno siempre verde,
apto para cultivos y cría de animales, el que en la época colonial fue
constituido en ejido, campo comunitario compartido armoniosamente por la
colectividad.
El barranco, ceja levemente elevada,
divide la segunda y la tercera terrazas, y constituye una de las
características más interesantes de la geografía cuencana, pues, en la
actualidad es el límite entre la ciudad tradicional y la nueva.
El clima es benigno. Una temporada de
sequía afecta en la actualidad a Cuenca y sus alrededores, entre junio y
septiembre. El resto del año hay períodos de intensidad lluviosa
variable, sobre todo octubre-diciembre y marzo-mayo.
Con una población de alrededor de
450.000 habitantes, es la tercera más grande e importante ciudad del
Ecuador, y también la más atractiva y tranquila. Su Centro Histórico
está constituido por una ciudad de aires coloniales, pero que es, en
verdad, republicana, pues la mayoría de sus atractivas construcciones
proceden del siglo XIX. Hay también algunas edificaciones del XVIII,
sobre todo los dos conventos de clausura, el del Carmen y el de la
Inmaculada Concepción, parte de la antigua catedral, y unas pocas casas
particulares. Pero lo que resulta particularmente atractivo es el aire
homogéneo del conjunto, solo alterado por algunos alardes de chocante
modernidad, en edificios de las décadas del 50 y 60 del siglo XX. Puntos
destacados del Centro Histórico son muchas casas tradicionales, con
aleros, fachadas que se engalanan con yeserías en forma de guirnaldas o
semicolumnas, cenefas y medallones, balcones en madera tallada y hierro
forjado, puertas y ventanas que revelan interesantes trabajos en madera e
interiores con patios, jardines y salas de techo pintado o de metal
policromado, que importaron de Estados Unidos y Europa la ricas familias
burguesas de principios del S. XX; las iglesias: San Francisco, El
Carmen, las dos catedrales, San Alfonso, Santo Domingo y otras, que
albergan parte esencial de su patrimonio arquitectónico, escultórico y
pictórico; los Museos, el de la Concepción, conocido comode las
Conceptas, el mayor centro de Arte Religioso en el toda el área sur del
país; el “Remigio Crespo”, que guarda una serie de piezas relacionadas
con la ciudad y su historia y el de Arte Moderno, sede de la importante
Bienal Internacional de Cuenca; las pequeñas plazas, como la de las
Flores y los parques –San Sebastián, Calderón, San Blas- que invitan a
un descanso en el diario trajín.
Desde el XIX se la conoce como “Atenas
del Ecuador”, debido a la gran cantidad de personajes ligados a las
humanidades, las artes y las letras que ha producido.
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