Turismo y Medio Ambiente... alarmas encendidas
Por:
Roberto Senestrari,
Director
de Proyectos para Latinoamérica medio ambiente, turismo, destinos
El
mes pasado después de la publicación del artículo “La huella del carbono en el
turismo global” de la revista Nature Climate Change se encendieron las alarmas
sobre la problemática medio ambiental que está creando el sector y la
importancia de que todo el ecosistema de los viajes, que no se limita a las
aerolíneas, genere acciones rápidas y efectivas que puedan contrarrestarlas.
Dicha
publicación señala que el turismo global contribuye con alrededor del 8% de las
emisiones totales de gases de efecto invernadero a la atmósfera, lo que la hace
superior a estimaciones previas. Esto se debe a que anteriores artículos solo
estimaban las emisiones del traslado, pero en este estudio la investigación es
más amplia pues no sólo suma las emisiones correspondientes al transporte sino
que incluye también bienes y servicios que disfrutan los turistas, desde
alimentos hasta compras y estadías en hoteles.
El
Acuerdo de París estableció un camino ambicioso de reducción de las emisiones
de gases de efecto invernadero. El objetivo central es mantener el aumento de
la temperatura global en este siglo por debajo de los 2 grados centígrados en
comparación con los niveles preindustriales. Sin embargo un elemento clave es
que exige una mayor transparencia y precisión en el informe de emisiones.
Todos
los actores del sector de los viajes tienen la gran responsabilidad de
sensibilizar a millones de viajeros, implementar soluciones tecnológicas que
mejoren el desempeño ambiental y utilizar opciones alternativas como la
compensación de carbono, esto con el fin de lograr alcanzar las metas
propuestas en el Acuerdo de París y los Acuerdos del sector como los de World
Travel and Tourism Council (WTTC) para la reducción del 50% en las emisiones de
carbono, la IATA para el crecimiento neutro en carbono al 2020 o ICAO para
reducir las emisiones de carbono de la aviación internacional en un 50% para
2050 en comparación con los niveles de 2005.
Las
calculadoras de carbono y su lucha contra la contaminación En un estudio
Llevado acabo por Amadeus y Griffith University, se encontró que los turistas
son conscientes del impacto que tienen los viajes en las emisiones de gases de
efecto invernadero. Además se confirmó que los viajeros necesitan y desean más
información sobre sus emisiones relacionadas con los viajes, en particular con
respecto a una mayor transparencia de las emisiones de carbono de las
aerolíneas.
Los
investigadores señalaron la necesidad de hacer que la información sobre el
carbono esté más accesible para los viajeros, lo que sugiere que las
calculadoras de carbono podrían respaldar los cambios de comportamiento entre
los viajeros. Amadeus, el proveedor de software más grande del mundo para la
industria de viajes, llegó a un acuerdo con la Organización de Aviación Civil
Internacional (OACI) a través del cual Amadeus puede incorporar esta
información en todas las plataformas de distribución de Amadeus para
conocimiento de los viajeros.
La
calculadora de carbono proporciona una estimación estándar de la industria y
global de las emisiones de CO2 por pasajero para cualquier ciudad cubierta por
la aviación civil en el mundo. Asimismo muchas aerolíneas ofrecen la
oportunidad de reducir el impacto de las emisiones de carbono al reservar
vuelos. Primero se informa al viajero sobre el nivel de emisiones liberadas con
una calculadora de carbono y luego el viajero puede hacer un pago para que se
invierta en proyectos que reduzcan las emisiones por el mismo monto del viaje
(compensación de carbono).
Latam
Airlines por su parte ha estado trabajando constantemente en proyectos que
disminuyan su impacto medioambiental. En Perú empezaron hace tres años con el
proyecto “bono de carbono” con el cual han reducido en 25% el impacto de las
emisiones de CO2 de su operación terrestre y 18.800 toneladas de CO2 se han
compensado, a través de la compra de bonos de carbono certificados[1].
Igualmente en Colombia han desarrollo de proyectos sostenibles, como la
restauración de áreas afectadas por minería y ganadería en Cáceres (Antioquia)
y el proyecto de reforestación de la región del Darién (Chocó)[2].
Innovación
tecnológica en pos de la sustentabilidad No es un secreto que la tecnología se
ha convertido en el ítem más importante en la industria de los viajes, esta
herramienta ha transformado la forma en que se hace turismo y lo seguirá
haciendo. Por esto es totalmente lógico pensar en ella como el arma principal
para solucionar la contaminación y sus efectos en el ambiente. Como es el caso
de la plataforma Altéa Departure Control que actualmente es utilizada por 102
aerolíneas y 35 operadores de tierra en todo el mundo. Esta solución maximiza
la eficiencia de combustible en los aviones, basada en los conceptos básicos de
seguridad, peso, precisión y eficiencia. Esta estrategia le permitió a Finnair
lograr una reducción de hasta 500 kg. de combustible en los vuelos de largo
recorrido. Así mismo, como parte de un proyecto de investigación dirigido por
Breda University of Applied Sciences, se desarrolló una herramienta de gestión
de carbono para los operadores turísticos.
El
llamado CARMACAL les permite a los operadores turísticos medir la huella de
carbono detallada de sus paquetes turísticos. La herramienta contiene
información sobre la intensidad de carbono y les da opciones más enlazadas a un
turismo sostenible, tales como aerolíneas de bajo consumo de carbono y rutas de
viaje más cortas. Con el turismo creciendo (la OMT prevé un crecimiento mundial
de turistas del 4% en 2018) está claro para la industria y organizaciones
gubernamentales que la única forma de contrarrestar los efectos de la
contaminación es generando acciones concretas de cambio y la tecnología es una
gran aliada. Los actores del sector no podemos olvidar que el turismo por
excelencia ha sido el representante del medio ambiente y debe también ayudar a
preservar su identidad, las aerolíneas y empresas de tecnología del sector como
Amadeus están ya ocupándose de esta problemática, pero es necesario que todos
los actores del sector se unan a esta iniciativa e inviten a los viajeros a
seguir adquiriendo conciencia al respecto.